El arenado de metales también conocido como chorro de arena, es un proceso industrial previo al recubrimiento de pintura, el cual permite erosionar la parte externa y superficial de un material metálico mediante una abrasión, ésta es generada por un chorro de material abrasivo conjuntamente con aire a presión.
En la actualidad se usan otros abrasivos que han sustituido a la arena porque ésta es considerada nociva para la salud de los operarios. Los abrasivos que se emplean son microesferas de vidrio, silicatos de aluminio, granalla de inoxidable, abrasivo plástico, escoria de cobre, granalla metálica, etc.
Los equipos de sistemas de proyección de partículas por aire comprimido, trabajan indistintamente con cualquier tipo de abrasivos que se adecue al trabajo, se puede arenar muchas más piezas y superficies, los abrasivos en grano permiten usar el chorro de arena en una gran variedad de aplicaciones entre las que destacan:
- Permite decapados suaves con abrasivos suaves.
- Limpia las superficies con arena proyectada mediante el impacto de abrasivos.
- Elimina el óxido de metales, remueve capas o residuos.
- Restaura y reacondiciona componentes: piezas de motor, chasis, etc.
- Restaura fachadas y limpia hormigones.
- Permite acabados de superficies matizados satinados de aceros inoxidables.
¿Qué se necesita para el arenado de metales?
Para este procedimiento arenado de metales es necesario de un equipamiento adecuado, el chorro con arena es posible realizarlo con diversas maquinas, el abrasivo se puede realizar gracias al aire comprimido o por impulsión de turbina, también puede ser en seco o húmedo y el método puede ser por succión o presión directa.
Es de suma importancia saber que los equipos de arenado arrojan abrasivos a alta velocidad, motivo por el cual se requiere normas de seguridad y equipos de protección especialmente formulados y diseñados para este tipo de trabajos, de lo contrario las personas pueden sufrir serias consecuencias.