El proceso de mandrinado es un tipo de operación de mecanizado en la que se realiza agujeros en piezas ya hechas, de tal forma que se pueda obtener una mayor precisión dimensional, precisión geométrica o una menor rigurosidad superficial. En ese sentido, se podrán hacer agujeros cilíndricos, cónicos o roscas interiores.
¿Para qué se emplea el mandrinado?
El mandrinado es usado para ampliar o mejorar la calidad de un agujero ya existente, permitiendo obtener una mayor exactitud geométrica. Por lo tanto, este proceso es necesario si lo que se desea obtener unas medidas o tolerancias muy estrechas que con otras operaciones resultan difíciles de conseguir
Ventajas del mandrinado:
- Proporcionan una gran flexibilidad
- Facilitas el trabajo en espacios reducidos.
- Otorga mayor precisión y exactitud en el corte.
- Reduce los costos y el tiempo de trabajo en comparación con otros procedimientos.
- Permite perforar rápidamente metales duros.
¿Dónde puedo usar el proceso de mandrinado?
Estas máquinas pueden crear orificios de diversos tamaños y formas. Suelen emplearse en las industrias de automoción, aeroespacial y de defensa para crear bloques de motor, culatas y otros componentes.
Consideraciones para realizar un correcto mandrinado
Para realizar este proceso es necesario tener diversos factores en consideración.
En lo que se refiere al reglaje estable para mandrinar, es muy importante concentrarse en la transmisión del par y la resistencia a la flexión del portaherramientas que se va a seleccionar. Estas características están directamente relacionadas con la calidad del agujero y su estabilidad, por lo que se deben ajustar de acuerdo al tipo de agujero que se desea trabajar.
Además del reglaje estable, una óptima operación de mandrinado necesita que el control de virutas sea eficaz. La importancia de la evacuación y formación de viruta es especialmente importante si se desea realizar operaciones con agujeros ciegos.
Si no se le da la importancia suficiente al control de viruta, es posible toparse con inconvenientes como un atasco de viruta, los cuales afectan negativamente a la calidad del agujero, la fiabilidad del proceso e incluso reducen la vida útil de la herramienta.
Por último, para realizar un mandrinado perfecto se necesita seleccionar la plaquita perfecta. Este aspecto no sólo está relacionado con el ya mencionado control de la viruta, sino también con la calidad del trabajo. Para seleccionar una plaquita adecuada, se debe considerar el radio de punta, la geometría, la forma y el tamaño.